La Tierra, lugar de nuestro origen, de nuestra esencia humana y espiritual, que nos lleva a trascender hacia nuestra naturaleza divina, transformándose en una experiencia mágica y un encuentro con el cielo, la tierra y la vid.

Elegancia y plenitud, expresión concreta del la perfecta maduración y selección manual, con la paciencia del reposo en barricas de roble francés y americano. Hecho cuidadosamente con fruta seleccionada, en cantidades pequeñas y con especial atención a los detalles haciendo posible un nuevo nivel de excelencia y estilo diferente.

Las cosas buenas toman su tiempo.
Valle de Guadalupe, México.